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Madeleine Fenwick

Gran Bretaña, residente 2022

Madeleine Fenwick nació en Gran Bretaña, se formó en pintura, dibujo, grabado e instalaciones escultóricas y digitales. Tras estudiar en el City & Guilds School (2012) pasó 2 años organizando exposiciones de arte y eventos. Se mudó a la isla de Malta en 2014 donde instaló un estudio en La Valeta. Participó en proyectos locales (incluida la Bienal de Medina) y exposiciones en el Palacio de Castilla, el Parlamento Europeo y la compañía nacional de danza, Zfin, como artista residente. Trabajó en proyectos colaborativos empleando materiales naturales, practicando disciplinas que van desde la pintura y el dibujo, pasando por el video y la actuación, hasta la escultura y la instalación de medios mixtos. En 2022, fue a StudioBlock 74 (Ciudad de México) donde desarrolló proyectos escultóricos durante una residencia de 4 meses. Explora el mito, la creencia y el símbolo dentro de las narrativas universales de nuestra historia con énfasis en los elementos abstractos y transitorios de la experiencia.

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Un salto al vacío

Madeleine se permitió jugar durante su estadía en Ruido Blanco, abandonó momentáneamente la pintura y escultura como soportes para realizar un video-performance. Durante el 2022 se fue a vivir a México y empezó a interesarse por la cosmogonía de los mitos de la región. 

 

En una de las visitas organizadas por la residencia, escuchó el mito de origen de las cataratas. A partir de un registro de una performance que realizó en una catarata cercana a la zona donde se encuentra la casa-residencia, Mads reflexiona sobre la unión que tienen todos los mitos y los puntos en común entre ellos. Los elementos con los que trabajó especialmente en esta ocasión fueron opuestos complementarios -aspecto propio de los mitos y reforzando esta idea de ciclo presente en todos los trabajos. Estos son: fuego/agua, principio/fin, creación/destrucción, silencio/ruido, reflejo/realidad. Otro eje con el que trabajó la artista fue la importancia de la historia oral en la cultura guaraní, la artista considera que los sonidos contienen la forma de las cosas y que a pesar de no entender el idioma o el dialecto hay algo en lo sonoro que es universal. 

 

Por último, su video-performance quiere invitar al espectador a recordar que somos un 70% agua. A partir de su visita a las cataratas, Mads experimentó una sensación de salto al vacío y de conexión con el entorno que buscó potenciar con los elementos compositivos del vídeo- grandes planos secuencia de las cataratas, sonido blanco, entre otros. 

Texto: Irene Gelfman

 

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