Guliana Uset
Argentina, residente 2022
Guliana Uset nació en Posadas, Misiones. Estudió Licenciatura en Ciencias de la Comunicación en la UBA. En 2019 se inició en la escultura cerámica de la mano del taller de Analía Rodríguez. En 2020 comenzó a ilustrar, con foco en los árboles, seres antropomórficos, simbolismos, espíritus, rituales y entre otras. Ese mismo año incursionó en el taller de teatro improvisación de Agustín Delpiano, "Teatro Intenso" y en "Experiencia Sensible", taller de autopercepción corporal y danza guiado por Julien Acardi. Sus obras circulan en las zonas fronterizas que existen entre lo ritual, lo cotidiano, la oníria y la ancestralidad buscando, a cada momento, que se explore la sinestesia de distintos lenguajes. Ha participado en ArteCo 2022, en exposiciones colectivas como “Dialéctica recurrente” (Taller Galería Colorín Otaño), “Arte en Verano” (Posadas Plaza Shopping) y en diversas intervenciones de pintura en vivo.
Alquimia Guaraní
Guliana Uset trabajó durante su residencia en Ruido Blanco el proyecto Tarot Misionero Guaraní. El objetivo principal del proyecto que tiene tres años de investigación, fue proyectar en las cartas del tarot el sincretismo cultural de la triple frontera representado en imágenes sobre el misionerismo, las costumbres de los tres países, su ideología, la comida, los hábitos, entre otros.
Uset abría el recorrido en sala con una mesa con objetos pertenecientes al Alquimista del chipá. En el tarot el mago es el inicio de todo, en esta carta suelen aparecer los elementos necesarios para dar comienzo al mundo.
En esta oportunidad, Guliana colocó en la mesa los elementos necesarios para hacer un chipá, ocupando simbólicamente el oro en el tarot. Estos eran: la mandioca -harina con la que se realizan los 40 tipos de chipa- que da la posibilidad de alimentarnos y ser, copas -elemento receptivo, que representa lo emocional y lo inconsciente- y el agua.
Atrás, colgaba una pintura que representaba al arcano 21 -el principio y el mundo- por este sentido, iniciar el recorrido con esta obra era un guiño para el espectador de que todo inicia y acaba en un mismo lugar. Nuevamente la idea de lo cíclico y de la unión entre los distintos elementos y las residentes estaba presente.
El trabajo de la artista reflexiona sobre la naturaleza y las personas que la habitan, las migraciones y cruces de fronteras, y sobre su propia vida y cotidianidad. Movimientos de luchas sociales como el feminismo, la hicieron repensar y problematizar sobre las estructuras en las que estamos insertos. A través de sus investigaciones, busca la posibilidad de una deconstrucción a ciertos sistemas hegemónicos establecidos. Estos se representan en la cultura, y el tarot no es ajeno a ellos: las figuras como el rey, la reina, el sacerdote, entre otras, presentan estructuras patriarcales y de castas, que parecen rígidas y sin la posibilidad de cambio. Sin embargo, al retomar la cosmología guaraní -donde aparecen nociones como hibridez- Uset en una suerte de antropofagia, toma elementos de de la cultura europea y guaranítica, los mastica y deglute un nuevo arquetipo universal.
Texto: Irene Gelfman